hero; kth + pjm.

W E L C O M E T O T H E B L O G

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Alguna vez te haz puesto a pensar, ¿qué se siente ser un superhéroe?

Aveces llego a imaginar que vuelo, o que, tengo súper fuerza; en mis sueños puedo crear tantos poderes, tantos que, hasta yo mismo llego a tener miedo.

Cuando imaginan un héroe, ¿imaginan a Supermán o a Batman? Capitán america, Spiderman, etc. Cuando yo imagino un súper héroe, siempre lo recuerdo a él, a ese gran pero pequeño Niño que jugaba conmigo todos los veranos; era raro, cuando iniciaba el verano, él siempre estaba ahí, y cuando terminaba, no lo veía hasta el año entrante, si nos ponemos a pensar, era muy raro, pero simplemente era un niño, y no me ponía a pensar cosas más allá de ir a la escuela básica y jugar con mis amigos. Era un niño, nada más que eso. Mis preocupaciones no iban más allá de hacer mi tarea y no permitir que mi mamá tirara mi colección de piedras, eran bonitas, todas las encontré con él, Jimin.

Siento que él no estaba del todo bien, casi siempre tosía, o agarraba su estómago tratando de calmar algún desconocido dolor, me parecía raro, más sin embargo yo no hacía nada.

Una mañana mientras jugábamos en el parque de aquel pueblo grande, unos chicos empezaron a molestarme por mi ropa un poco fuera de lo común, o por mis locos peinados que yo hacía con mi cabello largo. Éramos niños, nada más que eso, y él tuvo que tomar el papel de defensor, ya que yo era tan pequeño que no podía ni defenderme sin parecer un pequeño cachorro juguetón. Recuerdo que esa tarde él terminó con algo rojo saliendo de su pequeña boca, trate de quitárselo, y agradezco que me lo haya permitido, él solía ser un poco rudo en términos de no dejarse tocar, pero al parecer solo me dejaba tocar su carita a mi, y eso me hacía mucha felicidad sin darme cuenta.

De camino a casa jimin cayó al suelo, y como no supe que hacer, corrí a casa a buscar a mamá, ella fue conmigo hasta donde estaba él, y lo llevamos a casa; mamá logró curarlo, pero dijo que solo había sido un rasguño, que debíamos tener cuidado, realmente no sabíamos que era tener cuidado, o al menos yo no.

Al día siguiente Jimin despertó y su mamá se lo llevó, después de eso no vi a Jimin hasta el año entrante.

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Habían pasado ya 3 años, de los cuales en ninguno vi a Jimin; yo había crecido 10 cm, y ahora tenía 10 años, y era mucho más guapo y fuerte que hace tiempo, esperaba ver a Jimin este año.

Mamá preparaba bizcochos mientras yo estaba jugando con mi bicicleta en la calle que estaba enfrente de casa, los carros pasaban escasamente, y el sol no dejaba de mostrarnos sus lindos rayos brillantes, que aunque fueran lindos siempre me lastimaban los ojos si los veía mucho.

Baje de mi bici cuando mamá me llamo a comer, estaba muy cansado por haber andado en bicicleta mucho rato, pero ese cansancio no me impidió ver la silueta de un chico de al menos unos 12 años, caminando en mi dirección.

No tarde en darme cuenta quien era esa persona, quien era esa personita que tanto extrañe. Ni siquiera llego a la mitad de la calle porque yo corrí hacia el, abalanzando mi pequeño cuerpo sobre su torso débil.

Él tomaba mis piernas, yo su cuello, y así nos abrazamos, así nos reencontramos, un cálido abrazo le di, un cálido abrazo recibí, sentía mi corazón latir en un cálido compás, sin prisa, simplemente despacio pero emocionado.

Aveces me preguntaba, cuando volverá, cuando regresara por mi, sentía que no podía pasar más tiempo sin su compañía que hacía que mi pequeño corazón hirviera en dulzura. ¿Amor? ¿iración? Mi pequeño yo no sabía que era realmente cada cosa, y al parecer él tampoco.

Al pasar los días, sentía más cercanía entre Jimin y yo, cada día pasábamos más tiempo, al grado de dormir en casa del otro, ver caricaturas y mirar el cielo estrellado, irar el silencio de la noche, y simplemente abrazarnos y darnos calor.

Cada día pasaba, y cada día pensaba que mi corazón saldría de su lugar, mis ojos no dejaban de mirarlo, y al parecer los suyos no dejaban de mirarme tampoco, eso me hacía feliz.

Como era de esperarse, llegó el fin del verano, y con eso, nuestro último día juntos en ese pequeño recreo de clases.

Al despedirnos, fue tanta mi sorpresa de que, su forma de despedirse, fue darme un beso en la mejilla, un casto y dulce beso en la parte suave de mi rostro.

"Adiós"

Dijo, y con él, pasaron así 10 años, en los cuales no he sabido nada de él; es verano, esta soleado, y también el sol brilla como aquel día que nos despedimos. Aveces me pongo a pensar que se siente ser un héroe, ¿un héroe te da amor? En estos 20 años de mi vida, jamás he sabido descifrar eso que yo mismo dije, ¿será tal vez, que el amor se siente como un héroe del dolor? O ¿el dolor es una salvación?

Mamá me ha dicho cada año que puede que regrese él, pero así se fueron 10 años, y con esos también se fueron mis ganas de esperar.

Aveces me pongo a pensar que Jimin era como un héroe de todo el dolor que sentía de pequeño, la separación de mis padres y la muerte de papá, Jimin siempre me dio ese cálido sentimiento que me hacía falta, por eso simplemente cuando pienso en un héroe, pienso en él, el pequeño pero gran niño que me dio su amor aún sin saber que era realmente eso.

— ¡Taehyung! — llama una mujer algo mayor.

— te buscan en la entrada.

— Mi mamá realmente busca momentos exactos para llamarme...— suspira el castaño.— ¡Ya voy! — Al bajar su madre estaba en la cocina, por lo que simplemente abre la puerta.

— Hola, Taehyung.

— Tú... ¡Jimin!