<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=22489583&amp;cv=3.6.0&amp;cj=1">

Fantasmas en el bar.

Author's Avatar
Demise10 11/15/17
47
0

Una noche, un viejo amigo me visitaba en la ciudad, y con algunas otras personas de nuestro círculo mutuo nos quedamos tomando hidromiel y contando historias en la sala de atrás, a la luz de las velas.

Primero noté el descenso en la temperatura. Paula también. Fue una estupenda excusa para abrazarla, lo que a ella le agradó mucho. Pero poco después empezaron los sonidos en la cocina.

Pequeñas cosas. El ruido que haría una cuchara que se mueve, un pocillo que cambia de sitio, la portezuela de una alacena que se abre y se vuelve a cerrar.

Guardé silencio para no asustar a mis invitados; aunque Él hacía tiempo se portaba más o menos bien, esos pequeños fenómenos eran comunes, cotidianos, familiares para nosotros.

Fantasmas en el bar.-Una noche, un viejo amigo me visitaba en la ciudad, y con algunas otras personas de nuestro círculo mutu

Y entonces la licuadora, que siempre se quedaba desconectada en su sitio del mesón, empezo a funcionar a toda potencia. Salí corriendo a la cocina y justo antes de llegar percibí cómo se apagaba la luz. La licuadora paró antes de que yo atravesara la pesada puerta de vaivén. Pero la revisé de todos modos. Estaba desconectada. Mi amigo estaba en el vano de la puerta preguntando si todo estaba en orden. Antes de que saliéramos de la cocina la licuadora volvió a funcionar. En la oscuridad vimos con claridad las chispas azules y escuchamos la aceleración creciente del motor… Y al encender la luz vimos con claridad el cable desconectado, que yo había dejado sobre el mesón.

Cerré los ojos y le rogué a Él que cesara el juego. La licuadora paró. En ese momento vi a los otros dos invitados en el pasillo, mirando con expresión asustada sobre el hombro de mi amigo, que bloqueaba la puerta.

Decidimos dar por terminada la noche y entre risas nerviosas regresamos a la sala para recoger pertenencias y dejar todo en un poco de orden cuando sonó como si toda la vajilla se hubiera estrellado contra el piso de la cocina. Un instante después Paula gritaba asustada: la ventana de la sala había sonado como si le hubieran aventado algo grande desde afuera. Tuve ánimo suficiente para verificar, como cada noche, las cerraduras y los pestillos de puertas y ventanas, y guié la marcha hacia la puerta principal. Paula caminaba tras de mí, mi amigo después y su primo, el otro invitado, iba en retaguardia.

Fantasmas en el bar.-Una noche, un viejo amigo me visitaba en la ciudad, y con algunas otras personas de nuestro círculo mutu

Una noche llovía con fuerza intermitente. La ventana de la sala de atrás se estremecía a veces por el viento y a través de ella Aleja -la chica que atendía las mesas- y yo veíamos el asombroso espectáculo de los relámpagos alumbrando las espesas nubes y la ciudad bajo ellas.

Había pocos visitantes y se fueron pronto, aprovechando un momento en que las nubes se cansaron de llover. Así que cerramos la puerta y cada uno se dedicó a sus deberes de cierre. Yo hacía arqueo de caja cuando percibí una sombra por el rabillo del ojo derecho, como si alguien estuviera caminando entre las mesas. Pensé en Aleja pero en ese momento ella me dijo algo desde la cocina, a mi izquierda. Y justo después, se movió una silla en el punto más alejado de la sala. Luego otra más cerca. Sólo un poco, como para que sólo yo lo percibiera, como para que sólo yo recordara su existencia.

No le presté atención, pero tuve que volver a empezar el arqueo. Otro sonido, más cerca. Aleja estaba barriendo la sala de atrás, en el extremo opuesto del bar. La escuché contestar el celular y hablar y reir antes de colgar. Pero a mi derecha, muy cerca, sentí una respiración suave.

Me miraba desde la entrada de la oficina, con ojos furiosos, completamente negros. Estaba vestido todo de blanco y lo vi tan real como veo el teclado con el que escribo ahora.

Dio la vuelta y con dos pasos se metió dentro de la pared, y yo me quedé mirando el lugar desde el que ese niño furioso vestido de blanco me había mirado con aterradora fijeza. Aún me estremezco recordando esa mirada negra, la respiración agitada del fantasma, y las palabras que sus labios grises formaron: “Nos veremos

Fantasmas en el bar.-Una noche, un viejo amigo me visitaba en la ciudad, y con algunas otras personas de nuestro círculo mutu

Revista alternativa.

Likes (47)
Comments (0)

Likes (47)

Like 47

Comment

    Community background image
    community logo

    Into •°☆♡Pastel Goth♡☆°•? the community.

    Get Amino

    Into •°☆♡Pastel Goth♡☆°•? the community.

    Get App