El Misterioso Arte de Bostezar

Seguro te ha pasado: estás en una reunión,

alguien bosteza, y de repente tú también

estás   luchando   por    no   convertirte   en

hipopótamo   de   oficina.     ¿Coincidencia?

No lo creo.

El bostezo es uno de esos grandes enigmas

de la vida,   como por    qué    los    calcetines

desaparecen   en   la   lavadora    o    por   qué

seguimos viendo películas de dos   estrellas.

Aunque puede parecer una simple señal   de

aburrimiento o sueño, detrás del bostezo   se

esconde un universo de teorías científicas,

neuronas empáticas y un toque de misterio

evolutivo.

⏝꯭ׂ〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝〫

¿Qué es un bostezo?

Un   bostezo    es    básicamente      una     gran

inhalación   de   aire,     acompañada    de    una

apertura exagerada de la boca,    estiramiento

facial, a veces hasta un suspiro,    y,    si eres

dramático, incluso una lagrimita.     Pero no te

dejes engañar:    no es solo un truco para evitar

conversaciones aburridas.

⏝꯭ׂ〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝〫

¿Por qué bostezamos?

Hay varias teorías (porque, como en cualquier

buen misterio,   a   los científicos les encanta

debatir):

— O1. ¿Regulador de temperatura cerebral?

Una de las teorías más aceptadas actualmente

es que el bostezo sirve para enfriar el   cerebro.

Sí, como si tu cabeza tuviera su propio sistema

de aire acondicionado.   Al inhalar aire fresco y

mover los músculos de la cara, se favorece el

flujo   sanguíneo   y   la ventilación   del   cráneo.

Resultado:   tu cerebro   se refresca     y      sigue

funcionando   como   un   procesador   que     no

quiere derretirse.

                                                                                      

— O2. ¿Más oxígeno, por favor?

Esta   es   una   de   las teorías clásicas, aunque

cada vez menos popular. Dice que bostezamos

para tomar más oxígeno   y   eliminar dióxido de

carbono. Suena lógico,   pero no se sostiene del

todo: estudios han demostrado que cambiar la

concentración de oxígeno en el ambiente    no

necesariamente   cambia   la   frecuencia de los

bostezos.

                                                                                      

— O3. ¿Un grito silencioso del cuerpo por estimulación?

Otra posibilidad   es que   el   bostezo sea una

especie de reset, un reinicio mental.    Sucede

cuando    estamos   aburridos,   cansados     o

desatentos, como si el cuerpo dijera: “¡Alerta,

cerebro     dormido,    necesitamos actividad!”.

Piensa en ello   como   apretar   el   botón   de

“refrescar”   cuando una página web se queda

colgada.

⏝꯭ׂ〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝〫

¿Por qué es tan contagioso?

Aquí es donde la cosa se pone raramente social.

Ver   o   incluso   pensar   en   un bostezo puede

desencadenar el tuyo. Si has llegado hasta aquí

sin bostezar, te mereces una medalla.   ¿Por qué

sucede esto?

La culpa es de las neuronas espejo

Las   neuronas   espejo    son   unas     pequeñas

saboteadoras mentales que se activan cuando

observamos a otros realizar una acción,   como

bostezar, reírse o incluso rascarse la cabeza. Se

cree   que   estas   neuronas    nos    ayudan       a

empatizar y conectar con los demás… y también

a copiar sus bostezos involuntariamente.

                                                                                      

¿Un legado evolutivo?

Algunos   científicos   creen   que     el     bostezo

contagioso pudo haber servido para sincronizar

el comportamiento grupal en animales sociales.

Si todos bostezan juntos, tal vez significa que es

hora de dormir o cambiar de actividad. Como un

“¡Vamos todos a la siesta!” ancestral.

¿Y los psicópatas no bostezan?

Un estudio curioso (y bastante discutido) sugirió

que las personas   con   menos empatía,   como

ciertos perfiles con rasgos psicopáticos,   no se

contagian   tan   fácilmente   de     los    bostezos

ajenos.   Así que,    la próxima vez que alguien no

bostece después de verte hacerlo… bueno, quizá

no lo invites a dormir en tu casa.

⏝꯭ׂ〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝〫

Despedida

El bostezo es una mezcla de biología, empatía y

misterio.   No   sabemos exactamente   por qué

existe, pero sí sabemos que todos lo hacemos.

Y mucho.    Es   uno   de     esos     recordatorios

simpáticos de que, al final, por sofisticados que

seamos, seguimos siendo criaturas con hábitos

compartidos...   y ganas de dormir a las 3 de la

tarde.

⏝꯭ׂ〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝꯭〫︶⏝〫

cr. aes