Memories Pt 2 - FanFic sin manos

⋘ ──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──── ⋙

Welcome a mi blog

⋘ ──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ──── ⋙

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

¿Recordáis, desconocidos míos, aquel One-shot mal hecho que se subió a esta cuenta el otro mes?

Pues al final no es un One-shot. Ahora es una de las partes de un fanfic que se continuará en esta nueva entrega (como siempre a última hora) de “NoHandsTeam no tiene artistas inspirados y obligan a su líder a hacer un fanfic abandonado abandonado”.

“¿Abandonado dos veces?”

(Si entendiste la referencia dale dislike al blog)

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

Crystal: ¿Qué? ¿Tengo que hacer la ficha again? Shit.

Palabras: 609

Tipo de Fanfic: Literalmente un “““capítulo””” partido por la mitad para poder hacer dos blogs.

Palabras: 609

Crystal: Bueno creo que es una ficha bastante completa y nada vaga, ahora voy a petar a espacios en blanco y un rico ctrl + c ctrl + v del… De la cosa esa.

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

Crystal: Es broma, solo son los justos y necesarios para que me odies.

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

Memories — “Recuerdos felices” 1/2

Demostrar los sentimientos hacia su pareja nunca ha sido algo que a la albina se le haya dado bien, aunque tampoco es que al hombre se le diera mejor. Su relación no ha sido melosa, pero sí bonita a su manera. Hermosa, de hecho.

O lo era, ya que aquella belleza se desvaneció cuando discutieron en la calle, con la luna y las estrellas como únicas testigo de su ruptura.

Sin embargo, el aroma de la taza de chocolate que sostiene en las manos solo le trae buenos recuerdos.

Aún recuerda esa tarde en fin de año, aquella vez en la cual los copos de nieve humedecían el vestido rojo de Ashe, se mezclaban con su pelo y tenían su piel de un color blanquecino.

Hacía frío, siempre lo hacía en esa región norte. Quienes vivían allí se habían acostumbrado al gélido clima, a la blanca nieve y a ver más la luna que el sol. A oír la lluvia caer día y noche, al viento azotar las ventanas y a ver las nubes invadir el cielo.

La noche del veinticuatro de diciembre, en la azotea del edificio que daba un punto de encuentro a una fiesta. El silencio se había apoderado de la atmósfera, solo podía escucharse el ruido de los coches a lo lejos. Los pasos de alguien subir las escaleras que llevaban al piso más alto avisaron a la mujer de la llegada de alguien, ella se giró lentamente con la mirada relajada, hasta que vio la figura de un hombre mirarla fijamente.

Se acercó a él con pasos silenciosos, sus zapatos se hundían en la nieve, cualquier persona estaría congelándose viva ahí mismo; pero ella no era cualquier persona.

El saludo del hombre rompió el silencio: un “Buenas noches.” seguido de un gesto con la mano, tendiéndosela a la chica. Era más bien por obligación que lo hizo, aunque no imaginaba que fuera la primera de muchas veces en las que tocase su mano. Ese suave tacto que ahora, más que nunca, anhelaba.

Poco a poco fueron abriéndose más. Llegaron incluso a reír en una ocasión, aunque no faltaron sonrisas en la conversación. El repentino ruido de un relámpago resonó en sus cabezas. En un momento había empezado a llover. Entraron al último piso del edificio: no había mucha gente y todo era igual de silencioso que en la azotea, sin embargo no estaban solos.

A partir de ese momento, siguieron hablando en una esquina. Una conversación que había empezado siendo tan fría como los copos de nieve acumulados en el cabello azabache del mayor, parecía haber acogido el caluroso ambiente del interior de aquel edificio. El mismo en el que se conocieron, en el que empezó su historia.

Tras el recuerdo, se le viene a la cabeza su primer desayuno juntos. Fue una tarde preciosa, a las seis en punto.

Algunas aves, que ya se habían acostumbrado al frío de Freljord, volaban tranquilamente. Hacía sol aquel día y no habían nubes que se atreviesen a ocultar el azul del cielo invernal.

No se había percatado de su presencia hasta que ella habló, comentando el buen día que hacía y las pocas ganas que tenía de salir a trabajar. Lo miraba mientras se hacía el nudo de la corbata y, acto seguido, ajustaba el traje. Aún le quedaba bastante tiempo libre, pero prefirió prepararse rápido para poder pasar el rato con la persona que dentro de poco se convertiría en su marido

Ninguno de los dos sospechó que aquella tarde se convertiría en la memoria más importante para ellos, y la única que aún recuerdan perfectamente. Ambos, como si fuera ayer mismo que ocurrió.

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧—❧

Créditos:

Escritora: Yo (Crystal, tuerta).

Editora: Miu .

Crystal: Tengo sueño