"En el Escenario de su Corazón"
Desde aquella confesión, Zen se mostró más abierto conmigo. Su confianza y su sonrisa deslumbrante eran como un rayo de luz constante en mi vida, pero había algo más, algo más profundo que empezaba a revelarse. Él, el hombre que parecía tan seguro de sí mismo, también tenía sus inseguridades. Y en esos momentos, cuando dejaba caer su máscara de perfección, yo podía ver al verdadero Hyun.
Una noche, después de un ensayo particularmente agotador, me llamó para pedirme que lo acompañara en su camerino. Al llegar, lo encontré sentado frente al espejo, con una mezcla de cansancio y melancolía en su expresión.
“𝘏𝘺𝘶𝘯, ¿𝘦𝘴𝘵𝘢́𝘴 𝘣𝘪𝘦𝘯?” le pregunté, acercándome.
Él levantó la mirada, y su sonrisa característica apareció, aunque más suave. “𝘔𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́𝘴 𝘢𝘲𝘶𝘪́.”
Me senté a su lado, notando cómo el brillo de sus ojos reflejaba una emoción que no podía identificar del todo. “𝘏𝘰𝘺 𝘧𝘶𝘦 𝘥𝘶𝘳𝘰,” 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘦𝘴𝘰́, “𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘵𝘪 𝘮𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘵𝘶𝘷𝘰 𝘦𝘯𝘧𝘰𝘤𝘢𝘥𝘰.”
Su sinceridad me desarmó, y antes de que pudiera responder, tomó mi mano entre las suyas. “𝘔𝘊, 𝘵𝘶́ 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘮𝘶𝘴𝘢. 𝘔𝘪 𝘪𝘯𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘢 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘮𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘰... ¿𝘴𝘰𝘺 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘪? ¿𝘗𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘦𝘭 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘴?”
“𝘏𝘺𝘶𝘯,” le respondí, apretando suavemente su mano, “𝘵𝘶́ 𝘺𝘢 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦. 𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘴 𝘴𝘪𝘥𝘰. 𝘕𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴𝘵𝘳𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢. 𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘴𝘦́ 𝘵𝘶́ 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰.”
Sus ojos brillaron con algo que parecía entre alivio y gratitud. Sin decir una palabra, se inclinó hacia mí, y cuando sus labios rozaron los míos, todo mi cuerpo se estremeció. Era un beso suave al principio, como una exploración tímida, pero pronto se volvió más profundo, más intenso, como si quisiera expresarme todo lo que sentía y no podía poner en palabras.
Su mano se deslizó por mi espalda, atrayéndome más hacia él mientras sus labios seguían moviéndose con una mezcla de pasión y ternura. En ese momento, el mundo exterior desapareció, y solo existíamos él y yo, en un espacio donde las emociones hablaban más fuerte que las palabras.
Cuando finalmente se separó, su frente descansó contra la mía. Su respiración era agitada, al igual que la mía. “𝘕𝘰 𝘴𝘦́ 𝘤𝘰́𝘮𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘴,” susurró, “𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰, 𝘮𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘢́𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢.”
“𝘠 𝘺𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰,” le respondí, acariciando su mejilla con delicadeza.
Esa noche, mientras me abrazaba bajo las luces suaves de su camerino, supe que nuestro amor era tan apasionado como el fuego que ardía en su interior. Hyun Ryu, el hombre que brillaba en el escenario, ahora brillaba aún más en mi corazón.
![Enamorando a Zen [parte 2]-[BCU]](https://image.staticox.com/?url=http%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.descargarjuegos.org%2F9274%2Fa1e3f68c8c081969a795110160a9ef9fee784f41r1-735-734v2_hq.jpg)
Comment